2010-01-28

dominio



Frente a un pez rojo en un mar amarillo, vive un perro entre una puerta celeste y una reja blanca. El perro jadea y permanece tranquilo pese al poco espacio que tiene para moverse (apenas cabe su existencia). En su poco dominio comprende su situación, espera paciente al dueño mirando la pared amarilla de enfrente, donde el pez permanece intacto, seco por el sol y enseñando sus espinas rojas. El perro tratando de no hacer ruido espera paciente frente al pez que también pareciera estar esperando a alguien (y al mismo tiempo haciéndole compañia al perro). El cielo se oscurece y el animal divisa a lo lejos, por encima de las casas, un mar de nubes negras que avanzan lentamente para tragarse al sol, de pronto empieza a llover y su pequeño rectángulo se llena de agua (mojando sus patas), y de olor a perro mojado; rasca la puerta y una niña lo deja pasar, pero en frente el pez ya no está, al parecer alguien también lo dejo entrar.

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